Remordimientos...

“Cuando Dios te da un don, también te da un látigo, y ese látigo es únicamente para autoflagelarse”
Truman Capote.

Vivimos con remordimientos, cada cosa que hacemos nos deja un vacío interior que no podemos borrar. Algunos tratan de llevar una existencia feliz, yo los llamo ciegos. Mentirosos que niegan el mundo en el que viven. O tal vez misántropos. La gente quiera estar de moda, y la moda es mostrar una sonrisa. Si usted está triste no es aceptado en sociedad.

Matamos, robamos, violamos, sólo destruimos o construimos para destruir; aun así algunos se atreven a exhibir una máscara de felicidad. Cuando usted está solo frente a las gotas que caen por el cristal de su ventana no puede ocultar la realidad.

Si usted es militar se muestra en público con orgullo, el rifle en ristre, protector infranqueable del indefenso. Al final del día en la barraca no se puede ocultar que es igual a cualquiera que porta un arma.

Si usted es astronauta y conoce la hermosa soledad del espacio azabache, logra entender que no está más solo allá que en la tierra. “Estamos eternamente solos” decía Maupassant.

Si usted es político sonreirá a las cámaras y cargara bebes. Por las noches se sentirá como un ladrón que hizo su trabajo, servidor no del pueblo si no de sus propias necesidades.

Si usted es de la familia Santos, de la familia Hilton, etcétera. Vivirá cómodo, no se lo niego, casi feliz, tiene la vida resuelta. Sin embargo Jamás podrá borrarse de la mente el tatuaje de que usted está en esa alta posición no por merito si no por destino; que el respeto que le tienen los demás no se lo gano, se lo regalo la vida. 

Si usted es deportista, sí, tendrá la admiración de muchos. Pero cuándo la mano de los años se cierre, no podrá cargar con el peso del olvido.

Si usted es yo, vivirá amando la música y las palabras; pero por miedo, pasara los días en esa prisión que llaman trabajo.

Remordimientos, la vida todo lo que te da también te lo secuestra.