El problema de la humanidad, la razón de todos sus grandes fracasos y nuestro punto débil, es la falta de claridad al distinguir el mal del bien. Es algo que nunca alcanzaremos, es que existe un bien total y un bien subjetivo, personal, que nos obnubila. Alguna vez, en una entrevista de trabajo me dijeron que el paso a seguir era pasar por una prueba en el Polígrafo. Decidí abandonar el proceso de selección, claro, tenía vergüenza absoluta de contar que me robe una chocolatina Jet de un supermercado a los diez años y que he tomado y fumado algo más que una copa de jerez o un Marlboro.
Por supuesto que el problema de fondo en aquella situación no era que yo tuviera algunas máculas en el pasado, como cada quien, sino el universo de moldes que ha querido crear la psicología laboral; pero ese es otro tema. La cuestión es que no me parece que haber robado ese dulce o hacer lo otro haya sido una mala acción, ese es mi “bien” subjetivo.
Si nos roban en la calle nos parece una fechoría, si asaltamos nosotros elementos con derechos de autor de Internet, ya no nos parece tan malo el asunto. Todos saqueamos en Internet, aun así, tenemos la impudicia de ofendernos y abrir los ojos cuándo nos hablan de una ley para luchar contra esos robos.
Estoy en contra de la ley Sopa, pero solo porque no me conviene (El “bien” subjetivo); no obstante la ley está planteada para frenar algo que no está bien hecho. Los que alegamos por una supuesta libertad en la red, no somos más que piratas. No soy un artista, ni cineasta, ni nadie que pueda tener algo con derechos de autor en la red. Pero si lo tuviera, seguramente la aprobaría; odiaría que me robaran en internet, así como detesto que lo haga un ladrón en la calle.
La ley Sopa dejo a un buen ángulo de luz lo peor de nosotros. Criminales orgullosos, “Anakines” que no nos decidimos entre el lado luminoso o el lado oscuro de la fuerza..
2 comentarios:
Nahuel he leído tu artículo y creo que te refieres a la llamada "doble moral”, en la cual nos reconocemos diría yo que la mayoría (la minoría no la conozco aún). A un grupo de mis alumnos les comentaba, para ilustrar el tema de nuestro comportamiento usando la doble moral, que cuando somos pequeños (probablemente de la edad en que te deleitaste probando tu poder vs lo establecido, y no pagaste la golosina jeje) aprendemos ese comportamiento que desconcierta, y de mano a mano por generaciones “desde casa”, aunque parezca horrible, jaja es un hecho. Y lo ilustraba de esta manera: En una casa de familia, uno de los hijos fue descubierto en una mentira, el padre y la madre lo sentenciaron y castigaron argumentando que no se miente a nadie ni se permite en esa falta. De pronto en ese momento, tocan insistentemente la puerta, el padre mira por el visillo de la ventana y reconoce a un hombre, se retira con cuidado mientras seguían tocaban insistentemente la puerta. Se dirige sigiloso a su hijo (al que estaba reprendiendo) y le dice ¡Es el cobrador de la renta! le abres, y le dices que te deje el recado porque no están tus papás...
Upssssssssssss.
Muy interesante tu planteamiento acerca de la Psicología Industrial, yo realmente creo que es un instrumento, pero imposible evaluar el comportamiento del hombre, el que es impredecible por naturaleza, muy a pesar del desarrollo de la psicometría, con sus pruebas especializadas. No obstante es un punto de apoyo para hacer juicios de valor. Quizá si hubieras dicho "Si", y posteriormente precisar que te habías robado un dulce alguna vez, el medidor sólo hubiera detectado tu verdad. En fin, para un simposio el asunto. Nahuel un placer que me des en este espacio, la oportunidad de externa mi opinión. Un beso leticia.
Nahuel he leído tu artículo y creo que te refieres a la llamada "doble moral”, en la cual nos reconocemos diría yo que la mayoría (la minoría no la conozco aún). A un grupo de mis alumnos les comentaba precisamente para ilustrar el tema de nuestro comportamiento usando la doble moral, que cuando somos pequeños (probablemente aún antes de la edad en que te deleitaste probando tu poder vs lo establecido, y no pagaste la golosina jeje) aprendemos ese comportamiento que desconcierta y mano a mano por generaciones “desde casa”, aunque parezca horrible jaja es un hecho. Y lo ilustraba de esta manera: En una casa de familia, uno de los hijos fue descubierto en una mentira, el padre y la madre lo sentenciaron y castigaron argumentando que no se miente a nadie ni se permite esa falta. De pronto en ese momento, tocan insistentemente la puerta, el padre mira por el visillo de la ventana y reconoce a un hombre, se retira con cuidado mientras seguían tocando insistentemente. Se dirige sigiloso a su hijo (al que estaba reprendiendo) y le dice ¡Es el cobrador de la renta! le abres y le dices que te deje el recado porque no están tus papás...
Upssssssssssss.
Muy interesante tu planteamiento acerca de la Psicología Industrial, yo realmente creo que es un instrumento pero imposible evaluar el comportamiento del hombre, el que es impredecible por naturaleza y muy a pesar del desarrollo de la psicometría con sus pruebas especializadas. No obstante es un punto de apoyo para hacer juicios de valor. Quizá si hubieras dicho “Sí” y posteriormente en la entrevista, precisar que te habías robado un dulce alguna vez, quizá el medidor sólo hubiera detectado tu verdad. En fin, para un Simposio el asunto. Nahuel un placer que ofrezcas la oportunidad de externar en su Blog mi opinión.
¡Nahuel! felices y deliciosas fiestas con mucho amor, abrazos , comida deliciosa, regalos que te den felicidad y te sorprendan, pero esencialmente mucha salud para hacer lo que deseas en tu vida.
Un beso leticia
*Por favor Nahuel borra el anterior comentario similar a este, hay tropiezos en su redacción. Gracias. Otro beso
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