Siempre me han molestado las
campañas patrióticas. Tratan de aparentar una perfección y un amor que no
existen y un sentimiento que se ha difundo a través de propagandas y de Juanes
como un cáncer. Juanes vive en Miami; desde afuera uno siempre ve todo bonito,
la nostalgia puede ser mentirosa. La verdad no estamos conformes con el país,
las filas en las embajadas para pedir Visa son la evidencia, también lo es el
gran porcentaje de Colombianos radicados en el exterior.
Hasta ahora no entendía las
campañas de “Colombia es pasión” y “Ser Colombiano es un premio”. Hoy todo se
aclaró.
“Colombia es pasión”. La primera
definición que aparece en la “RAE” para la palabra Pasión es:
1 1. f. Acción de padecer.
~ de ánimo.
Ahora veamos que significa
Padecer:
1. tr. Sentir física y corporalmente un daño,
dolor, enfermedad, pena o castigo. U. t. c. intr.
La primera campaña
está clara ahora.
La segunda me parece una ofensa, ¿acaso
les puede decir uno a las mujeres aseadoras públicas de Huila que se ganan cien
mil pesos, que ser Colombiano es un premio? En un análisis profundo entendí el
trasfondo de esta campaña. Pensé en los premios que existen y son reconocidos
actualmente a nivel mundial. Están los premios Grammy, donde se premian las
ventas o la popularidad, nunca la calidad. Están los premios Nobel; “Cien años
de soledad” gano este premio, para mí es un libro imposible de leer. Obama gano
el premio nobel de la paz; ni siquiera vale la pena nombrar algunos de los
nominados en esta categoría. Ser Colombiano es un premio, los premios no
indican calidad, generalmente, lo contrario.
Ser colombiano es un premio. Es
la única rifa o premio que me he ganado en la vida. Qué mala suerte.
Vivimos en un país hermoso que
no merecemos. Somos como los ganadores del grammy.
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